Quedan cinco días para que termine una nueva fase del aislamiento social y obligatorio que impuso el presidente Alberto Fernández. Pero las calles de la Ciudad de Buenos Aires están llenas de autos y las veredas, de gente, casi como en un día normal.
El gobierno sugirió que la cuarentena seguiría, aunque se está trabajando para definir qué actividades flexibilizar, teniendo también en cuenta los graves daños económicos que viene provocando la pandemia del coronavirus Covid-19.
Desde el gobierno porteño reconocieron a PERFIL este aumento, pero negaron que haya mayor flexibilidad en controles y que exista una intención de provocar un contagio administrado. "Desmentimos que tenga que ver con una lógica de contagios programados", aclararon respecto de las versiones que circularon en algunos medios.
Pero el aumento de gente en la calle es notorio. En tránsito, por ejemplo, este lunes, las autopistas tuvieron el 80 por ciento del tráfico de un día normal sin cuarentena. "En parte se debe a las tareas esenciales" que se van sumando, dijeron desde la Ciudad a PERFIL. Lo cierto es que parte de la flexibilidad está implícita cuando, por ejemplo, mientras se debate permitir el "take away", es decir, que la gente pueda pasar a retirar comida que ordenó por telefono o internet, ya hay locales que lo llevan a la práctica y no son multados.
La cuarentena seguirá después del 10 de mayo en CABA y el conurbano
Otra de las tareas que se buscará reactivar es la construcción, específicamente la grandes obras vinculadas a la reactivación económica, aunque los que se oponen a esta medida sostienen el peligro de que muchos de los trabajadores se deben trasladar desde la provincia de Buenos Aires, una circulación que prefieren evitar.
Este portal desplegó a sus fotógrafos Juan Pablo Obregón y Sergio Piemonte por la ciudad para obtener con certeza los resultados, en donde no se vio una "cuarentena rota" pero sí en algunas zonas un aumento de circulación.
Desde la oposición, la diputada del Frente de Todos, Claudia Neira, confió a PERFIL que los ciudadanos han acatado de buena manera la cuarentena y por eso hay resultados "mucho mejores que los pronosticados para esta época". Y argumentó que el aumento de circulación se debe en parte a esos buenos resultados y a la disposición de salir a las calles con barbijos y respetar la distancia social.
"El barbijo hace sentir más seguro quizás a ciudadanos que antes ni siquiera salían a hacer las compras permitidas. Es lógico que con estos resultados se le pierda el miedo, como también es lógico que después de 47 días aumente un poco la circulación", explicó. Sin embargo, notó que el aumento de gente en las calles en algunos de los últimos días la preocupó.
El Gobierno porteño advirtió que la curva de contagios creció sustancialmente
Pero el eje que más preocupa a la oposición es la situación de los barrios populares: "Tuvimos una videollamada con Ginés (González García) y Carla Vizzotti para trabajar esas problemáticas. Los números que no son buenos en la Ciudad están focalizados ahí, también en geriátricos y en el personal de salud".
Sobre la posibilidad de flexibilizar, Neira lo ve con buenos ojos en una medida responsable y teniendo en cuenta que el mismo jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue el mismo que decidió, por ejemplo, no permitir el anuncio de Alberto Fernández de permitir una circulación de una hora en el radio de 500 metros.
"Independientemente de cuándo llegue esa medida y la flexibilidad, la Ciudad tiene capacidad de estudiar los barrios y las manzanas y pensar los objetivos para cada uno", consideró la legisladora.
El número que piensan en el Gobierno Nacional es 25. Son los días que deben pasar para que se registre recién una duplicación de casos, es el objetivo central. A nivel nacional y en la mayoría de las provincias es un objetivo muy cercano. Pero en la Ciudad, los últimos días viene empeorando y es por eso que se espera que particularmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se mantenga una cuarentena más estricta.
J.D. / M.C.