El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, volvió a participar del ciclo de entrevistas Periodismo Puro, que conduce el CEO de Perfil Network, Jorge Fontevecchia. En uno de los tramos de la entrevistas se refirió a la política de seguridad en el distrito.
Kicillof aseguró que varias cárceles dejaron de recibir comida luego de que el macrismo fuera derrotado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligtarias (PASO) y aseguró que el sistema penitenciario está colapsado. Además, criticó a su antecesora, María Eugenia Vidal, y apuntó que en la gestión de ella había intendentes que debían pagar la nafta de los patrulleros.
—¿Sos más capitalista hoy que hace 15 años?
—Siempre dije que en Argentina hacía falta desarrollar la economía. Eso, como en todos los países del mundo, es reconocer una etapa en la que se encuentra el país. En ese contexto, tiene que haber un Estado, no que se haga cargo de todo. Les digo a los empresarios que no deseo manejar sus empresas, que para eso están ellos. Lo que les pido es que cuando se llenen de guita no la fuguen afuera, que inviertan, que creen empleo, que incorporen ciencia y tecnología. Que sean más productivos. Si es así, les prometo que el Estado los va ayudar.
—¿El diálogo que tenés con los empresarios es el mismo que en etapas anteriores?
—Hace 15 años no tenía la responsabilidad ni los instrumentos. Y, además, no había sucedido la guerra contra las pymes del gobierno anterior. Cuando una pyme fundía, decían que era su culpa. Además, la tasa de interés es del 80%, si impositiva embargaba las cuentas, el efecto era llevarte al negro. Y todo se hacía peor cuando perdías la oportunidad de operar con los bancos. Cuando no se pagaba nada, se dejaba también de contribuir. Se desfinanciaba al Estado y al sistema de seguridad social. El esquema que sugería crear cervecerías artesanales a quienes se fundían. Mi deseo es que haya industria manufacturera, agropecuaria, quiero pequeños productores, que son el motor del empleo. Debemos generar empleo de calidad y rápido. Hay que trabajar para que las pymes se expandan.
—El gobierno de Vidal reconoció que en los últimos dos años aumentó el delito relacionado con la crisis. ¿Qué está pasando?
—No escuché que lo reconocieran. ¿Dijeron que por la crisis? Afirman que como la gente no tiene laburo aumenta el delito. Cuando yo hacía campaña no lo reconocían. Me parece bien, me parece bien porque son los datos de la Procuración. Un puesto con alguien que puso Vidal, Julio Conte Grand.
Entrevista completa a Axel Kicillof: "Todo lo hicimos coordinado con Nación"
—¿Cómo ves el delito en la Provincia? ¿Te preocupa?
—Muchísimo. Tenemos un Ministerio de Seguridad con un papel importantísimo. Donde aparece un problema con la seguridad en la Provincia están Sergio Berni y el ministerio para solucionarlo. También es un cambio. No solo fue un problema la crisis que se les ocasionó a los bonaerenses. A eso se suma que la policía tuvo un ajuste, el mismo de todos los demás. El salario de las fuerzas de seguridad cayó en términos reales. El presupuesto en seguridad cayó, también la inversión en el tema. Difícil obtener resultados en ese esquema.
—Es observable la relación entre crisis económica y aumento de la inseguridad.
—Indudablemente ocurrieron las dos cosas. Pero como antes no reconocían ni la crisis ni la inseguridad era difícil hacer tal conexión. Las estadísticas mostraron un deterioro muy grande y delitos vinculados, al tiempo que existía una retórica de lo fuerte en el gobierno de Vidal, de Macri, de Patricia Bullrich en cuanto a la seguridad. No fue verdad, lamentablemente. Pese a que a mí no me gustara el aspecto ideológico, si los bonaerenses y las bonaerenses estuvieran seguros, sería mejor. Es una responsabilidad del gobierno provincial, un aspecto en el que los gobiernos municipales ayudaron mucho, con esos centros de monitoreo. Los intendentes pagaban la nafta de los patrulleros. Nuestra idea es separar bien la responsabilidad de cada nivel de gobierno y poder articular.
—¿No resulta una suerte de justificación de la delincuencia aquello que dijiste antes de las elecciones sobre que “hay gente que se dedica a vender droga porque se quedó sin laburo”?
—No.
—¿No lo dijiste?
—No. Cité una charla sobre el tema. Cité específicamente a un cura, y después varios sacerdotes dijeron algo parecido. Fue una referencia a una situación específica. No es lo mismo atribuir el narcotráfico al desempleo que justificarlo como salida laboral. Después dije en esa misma entrevista que lo que es ilegal es ilegal y, por tanto, hay que castigarlo. No lo dije, pero me parece que el periodista sí lo afirmó. Fue un periodista de Rosario. El delito es un hecho muy complejo. De dos personas en la misma situación, una delinque y otra no. No sé cuáles son los determinantes.
—Es un tema multicausal.
—Pese a no ser especialista, hoy soy gobernador y es mi responsabilidad solucionarlo. Tengo que hacerlo con las condiciones con las que cuento. La Provincia tiene una emergencia en cuanto a la seguridad.
—Los votantes de Macri creen que aumentará la inseguridad con el nuevo gobierno...
—Vi encuestas sobre eso. Sergio Berni es un hombre conocido por los bonaerenses. Tiene opiniones que comparto o no, pero es un especialista en el tema. Trabaja en eso, tiene una trayectoria. Comparto las políticas que lleva adelante. Son mis políticas y me parece que está abordando este tema. Como él mismo dijo, dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada. Se los dijo a las fuerzas también. Las fuerzas también tienen que cumplir la ley y hacerla cumplir. Hay algo vinculado entre no cumplir los protocolos y no cumplir la ley.
—Existía el temor de que se liberaran presos.
—Antes de que yo asumiera había huelga de hambre en muchas cárceles. No era dedicada a mí. Las cárceles de la Provincia tienen capacidad para 25 mil reclusos. Y el día que terminó el gobierno anterior había 49 mil.
—El doble.
—Es un tema que está mal, sin dudas.
—Está mal. Imagino que también debía haber hacinamiento antes.
—Sí, pero Vidal no construyó una cárcel. Había plazas para 25 mil, había 33 mil presos. Cuando se fue, había las mismas plazas, pero 50 mil presos.
—Quizás sucedió porque puso más gente presa. Estados Unidos es la sociedad que tiene más cantidad de presos por habitante.
—Hay distintas escuelas. Pero la situación es muy compleja. Hay gente en prisión en condiciones de hacinamiento. Hay gente con cadena perpetua, gente que está por poco tiempo, diferentes gravedades. Algunos afirman que la cárcel es una escuela del crimen.
—¿Qué fue lo que se hizo?
—Parte de la huelga de hambre era paradójicamente porque no tenían comida. Y eso es porque, en el gobierno anterior, entre la deuda esa que no pagaba estaban los proveedores de comida de las cárceles. No soy paranoico, pero después de las PASO dejó de llegar comida a varias cárceles. Es un tema hablado en la transición. Después apareció la huelga de hambre. Allí se armó una mesa de diálogo. No es una decisión del Ejecutivo la cantidad de presos. Es de los jueces.
—Pero si la policía genera pruebas efectivas puede ser que haya más presos.
—Las fuerzas de seguridad entregan al delincuente a la Justicia. La Justicia decide si va o no preso, si debe quedarse en prisión. Si va preso, aunque aún no esté probado el delito, son políticas del sistema judicial. No puedo influir en ellas. Pero se hizo una mesa de diálogo entre el Ministerio de Justicia, de Seguridad, organizaciones de derechos humanos y el Poder Judicial, impulsada por la Corte de la Provincia, la Procuración y los fiscales.
—Liberar presos no fue una decisión tuya.
—Primero, no es una decisión mía. Segundo, no es algo que incentive o promueva. Describo la situación tal como está. Se sale de ella construyendo cárceles. Pero dónde y cómo hacerlo también tiene su complejidad, porque hay comunidades que no quieren que haya una cárcel, pero después los presos de determinadas comunidades y sus familiares se quejan porque las cárceles están lejos. Es probable que en cuatro años no podamos duplicar la cantidad de cárceles. Pero una de las conclusiones de esta mesa es que tiene que haber más cárceles. Y es algo que tal vez se haga con presupuesto nacional, o incluso internacional. Ante la pregunta de si liberamos presos, con sentido común te cuento lo que hicimos. Si fuera un poquito malpensado, diría que quizás hay una campaña sucia en mi contra. Gente que genera corrientes de opinión en mi contra. Ni hablar de los trolls.
—¿Por qué lo decís?
—Los trolls dicen porquerías. No me quejo, hago mi trabajo, que es solucionar el problema y no estar preocupado como el gobierno anterior con el marketing y con quien dijo eso. Si es un periodista, darle plata, ponerle pauta para que cambie de opinión. De repente sale en tapa en todos los diarios con una mentira y me dicen que lo desmienta. Ahí es que hablo por radio. Me pasó con lo del famoso caso YPF, ¿te acordás que yo cobraba 400 lucas en YPF? Fue tapa del diario. Todavía hay gente que me pregunta si las cobro. Le pedí al diario que desmintiera eso. Le mandé los documentos y le dije que en el mismo lugar, en el mismo tamaño, catástrofe, pusiera que no cobraba, para que el mismo público recibiera la información correcta.
JPA/MC