POLITICA
Derechos Humanos

La estrategia de Victoria Villarruel, candidata a vice de Milei, para "relativizar" crímenes de la dictadura

La candidata de La Libertad Avanza dio un giro clave en su discurso público que le permitió pararse frente a la sociedad de otra manera. Una nueva versión de "la teoría de los dos demonios".

20230624_villarruel_milei_lla_g
Desde el congreso. Villarruel y Milei, diputados nacionales. | LLA

El ascenso de Victoria Villarruel a la esfera pública trajo consigo la revisión de la violencia política de la década del setenta. La candidata a vicepresidenta de Javier Milei basó su militancia en las víctimas de las organizaciones armadas y mantuvo una postura ambivalente que le valió acusaciones de "negacionista", "justificadora" o "relativizadora" de los crímenes de la dictadura militar, reabriendo un debate en torno a la teoría de los dos demonios que parecía cerrado.

A través de la fundación del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), Villarruel dio un giro estratégico a su carrera como militante de "la otra memoria", coinciden algunos integrantes de su entorno y otros investigadores académicos consultados por PERFIL.

Parte de su estrategia fue alejarse de los conceptos que había repetido hasta entonces como “guerra”, “amnistía” o “presos políticos”, en su defensa de los militares condenados. Si bien no hizo declaraciones al respecto, en su historial cuenta haber figurado en el anotador de Miguel Etchecolatz y haber organizado visitas de jóvenes a Jorge Rafael Videla, contaron desde su entorno.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite
20230903_victoria_villarruel_milei_instagram_g
La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel.

La abogada hizo otra lectura y entendió que debía abordar desde otra óptica los sucesos relacionados al restablecimiento democrático en 1983 y que derivaron en el Juicio a las Juntas militares, el juicio a los líderes de Montoneros y ERP y la anulación de las "leyes de impunidad" que permitieron reabrir causas por delitos de lesa humanidad en los 2000.

Con esa base construyó su discurso que tomó mayor dimensión desde que asumió como diputada en 2021 y que tuvo como ápice el reciente acto en la Legislatura porteña para reivindicar a "las otras víctimas". Así, sutilmente instaló en el debate una comparación entre los muertos de los atentados guerrilleros y la represión ilegal posterior, lo que va en contra de la diferenciación que hizo la Justicia, algo que fue recientemente refrendado por la jueza María Servini.

Victoria Villarruel y el foco en las víctimas civiles de las organizaciones armadas

Cristian Palmisciano tiene un máster en Sociología y se especializa en lo que denomina las “memorias de las derechas”. Es, quizás, uno de los académicos que más ha escrito sobre la historia de Villarruel. En uno de sus trabajos, cita un documento de 2006 de Unión de Promociones, la agrupación en la que militaba entonces la candidata: “La solución es evidente que no transita por los carriles de la justicia, lamentablemente es política, e implica la lucha por la libertad de los prisioneros políticos en primera instancia, por una amnistía que permita la pacificación, y por la reparación de las víctimas”.

Qué piensa Victoria Villarruel del terrorismo de estado y cómo lo usó como plataforma política

Desde que su nombre empezó a ser más conocido, Villarruel comenzó a mitigar esas posiciones. En el entramado de organizaciones por la “memoria completa” es frecuente encontrar agrupaciones que surgieron con posicionamientos reivindicatorios de la dictadura y que con el tiempo se encastraron en el sentido democrático. Sin embargo, en el caso de Villarruel nunca se le escuchó hacer alguna autocrítica o reflexión en este sentido.

Además, la nueva Victoria se enoja cuando la llaman “negacionista” del terrorismo de estado, algo que no niega pero que tampoco condena abiertamente. Su pensamiento, en tanto, oscila entre la justificación y la relativización del terrorismo de estado.

Organismos de DD.HH. llaman a repudiar un acto de Victoria Villarruel

Al contar las historias de “las otras víctimas” se dedicó a ahondar en un tema que excedía a la agenda de los derechos humanos hasta el momento, dominada por Abuelas o Madres de Plaza de Mayo, o por aquellas que demandaban la protección de los derechos de los represores condenados. Además de armar una "lista" de víctimas, se dedicó a contar historias de personas que fueron asesinadas en atentados, como el niño de 3 años que murió en un atentado contra un guardia bancario o el caso de Paula, la hija del Almirante Lambruschini que murió con 15 años luego de que Montoneros detonara una bomba mientras dormían.

Estas historias resonaron en el acto de la Legislatura porteña que organizó Villarruel este año. También disertaron Lorenza Ferrari, madre de una estudiante de 18 años que murió por la explosión de un coche bomba; Graciela Saraspe, hija de Héctor, encargado de un bar y víctima de un atentado; y Arturo Larraburre, hijo del coronel Argentino Larrabure, secuestrado y asesinado.

Victoria Villarruel: la "nueva versión" de la teoría de los dos demonios

Palmisciano retoma al sociólogo Daniel Feierstein y explica cómo el discurso de Villarruel podría ser una especie de “nueva versión de la teoría de los dos demonios". “En vez de equiparar a las guerrillas con los militares, equipara a los desaparecidos con los muertos por las guerrillas”, explica.

En tanto, se trata de personas que fueron asesinadas en los numerosos atentados de las organizaciones guerrilleras durante los setenta, pero que no son comparables con el plan sistemático de torturas, desapariciones y asesinatos perpetrados el gobierno militar a través de más de 300 centros clandestinos de detención. A partir de esta construcción discursiva, el experto sostiene que Villarruel más que justificar lo que hace es relativizar el terrorismo de estado.

Milei y la dictadura

En esa línea también se expresó Fernando Tebele, periodista especializado en derechos humanos que cubre los juicios de lesa humanidad a través del medio La Retaguardia. "Antes lo abordaban solo desde el negacionismo o la teoría de los dos demonios. Ahora es difícil ser negacionista del terrorismo de estado porque es evidente todo lo que pasó. Entonces la estrategia actual es minimizar el genocidio y reeditar la teoría de los dos demonios para justificar la dictadura. Por eso la principal consigna es bajar el número de los 30.000 como si la cantidad lo hiciera más o menos genocidio", apuntó.

El cambio en el discurso de Victoria Villarruel sobre la dictadura

La transformación del discurso de Villarruel, dice Palmisciano, se puede observar en el cambio que hay entre sus dos libros: “Los llaman jóvenes idealistas”, de 2009, y “Los otros muertos”, de 2014. Mientras que en el primero se busca reconstruir una parte de la historia, en el segundo “comenzó a privilegiar las definiciones legales del derecho internacional como las categorías adecuadas y legítimas para abordar el problema de las ‘víctimas del terrorismo’”.

Al final, ¿Montoneros hacía terrorismo o no?

Con Celtyv, Villarruel se plantó como líder de una organización profesional y apoyada en instrumentos del derecho internacional para inscribir su versión de la historia en el complejo concepto de “terrorismo”. Sin dudas, funcionó y hasta llegó a hacer una presentación en el Oslo Freedom Forum de 2011

El giro discursivo de Villarruel no fue gratuito y entre las organizaciones por la memoria completa la atacan por derecha y por izquierda. Aquellos que profundizaron su sentido democrático se indignan con que haya crecido tanto una persona que, durante años, visitó a los genocidas en las cárceles y alentó el discurso relativizando los crímenes de lesa humanidad. Aquellos que, en cambio, defienden hasta el día de hoy las acciones de la dictadura la atacan por haberse alejado de esta defensa en lo mediático.

Horacio Pietragalla: "Villarruel organizaba visitas con jóvenes para ir a verlo a Videla en su arresto domicilario"

“Ella tiene una posición muy firme sobre el tema. Reconoce que es una guerra, pero va a cambiar el discurso y lo va a acomodar de acuerdo a las circunstancias. Al principio compartíamos la mirada: si está prescripto para los terroristas, también para los militares. Pero con el Celtyv cambió. Un día nos dijo: ‘Si ya metieron delitos de lesa humanidad a los militares, digamos lesa humanidad para los terroristas nosotros’”, cuenta alguien que no tiene escozor en justificar las acciones de la dictadura y que cuestiona a Villarruel.

En ese universo, cuentan, una de las razones de su gran distanciamiento con Cecilia Pando tuvo que ver con ese giro. “La pelea grande sucedió cuando Victoria empezó a pedir plata a las mujeres de los militares. Les decía que iba a ir afuera a denunciar la ilegalidad de los juicios, que era una denuncia por los presos. Todas pusieron plata y, al final, ella solo planteó el asunto de las víctimas y ni mencionó a los presos. A la vuelta, Cecilia la agarró. No se hablaron más”, dicen.

Legislatura porteña 20230904
El acto por "la memoria completa" organizado por Villarruel en la Legislatura porteña generó repudio entre los organismos de derechos humanos.

A quién le habla Victoria Villarruel: el concepto negacionismo y sus usos

La pregunta inevitable es, entonces, por qué o con quién se conecta Villarruel. Analía Goldentul es doctora en Ciencias Sociales y pone el foco en la complejidad del “negacionismo”, un término que se usaba durante la ultima dictadura y que, si bien aporta a la discusión pública, no necesariamente responde a la época y hasta puede generar problemas.

Quiénes conforman el círculo de confianza de Victoria Villarruel, la candidata a vice de Milei

Para la especialista es fundamental pensar el uso que tiene hoy el concepto. “En principio, el término negacionista funciona como una acusación que deja en falta moral y ética a un otro/a en la discusión sobre el pasado reciente”, sostuvo. Asimismo, indicó que meter en la misma bolsa a Villarruel y a otros militantes de organizaciones por la otra memoria puede ser delicado, ya que “no todos relativizan ni le quitan peso a los crímenes cometidos por las fuerzas armadas”, sino que algunos solo reclaman “ser reconocidos como víctimas”.

Por otro lado, la especialista destacó los “riesgos” de hacer este tipo de acusaciones, en especial cuando “resuena en sectores más amplios que pueden sentirse interpelados con alguna de las consignas que sostienen los militares y sus familias".

“Alguien puede tranquilamente preguntarse: ¿si ellos son negacionistas, también lo soy yo?”, reflexiona, y agrega: “Y lógicamente la respuesta que se va a dar la persona para sí es negativa: 'No, no soy negacionista'. Entonces lo que puede comenzar a suceder -y de hecho sucede- es que la acusación va perdiendo su eficacia simbólica a nivel social, porque no genera identificación. Pero además porque comienza a generar el efecto contrario: antes que problematizar lo que dice la persona acusada, se comienza a poner en cuestión a quién lanza la acusación”.

Quiénes podrían ser parte del eventual gabinete de Javier Milei: nombres confirmados y rumores

Y finalizó: “El uso del concepto también permite reafirmar los valores de quien lo usa. Es un término que deja en falta a algunos y que eleva moralmente a quienes se identifican con las demandas de memoria, verdad y justicia. El problema es que si bien este último entramado es mucho más amplio y extendido que el de las organizaciones de militares y civiles organizados, tal vez sea más pequeño de lo que creemos, sobre todo a la luz de los hechos recientes. La gran inquietud es entonces si en la actualidad acusar a alguien de negacionista sirve para interpelar a quienes no forman parte de las organizaciones de militares pero tampoco van a las marchas del 24 de marzo”.

Villarruel entendió esta complejidad hace muchos años y mantuvo una postura ambivalente, tildada de oportunismo político por sus detractores. Su círculo íntimo se compone de personas que no esconden su justificación del terrorismo de estado. Sin embargo, es algo de lo que Villarruel, al menos desde su impoluto discurso, se desentiende.

PERFIL intentó comunicarse con Victoria Villarruel, Javier Milei y Guillermo Montenegro (el encargado de responder por el espacio libertario), pero no obtuvo respuesta.

fl / ed