El teléfono celular de Horacio Rodríguez Larreta estaba más saturado de mensajes que de costumbre. Agotado tras un viaje de 12 horas desde Madrid, donde durmió poco, el jefe de Gobierno fue respondiendo el lunes hasta la medianoche cada uno de los chats de Whatsapp.
Entre ellos sorprendían desde empresarios hasta dirigentes radicales que nunca habían mostrado buena sintonía con él. Todos en el mismo sentido: enfrentarse a Mauricio Macri y mostrar autonomía lo habían transformado en un precandidato con autoridad y liderazgo. Acaso un reclamo de un sector del círculo rojo y de algunos de sus propios colaboradores.
La decisión de realizar elecciones concurrentes, con dos boletas y dos urnas separadas para los comicios porteños y nacionales, desembocaron en una crisis inédita en el PRO, pero con consecuencias en la carrera presidencial. “Estoy convencido de lo que hice, ahora hay que esperar que bajen las aguas”, reflexionó en las últimas horas.
Desde Gerardo Morales y Martín Lousteau, presidente y vice de la UCR que emitieron un comunicado oficial del comité nacional apoyando a Larreta, pasando por Elisa Carrió, lo llamaron con elogios incluidos por su decisión y críticas a Macri. Hasta Facundo Manes le escribió sorprendido. También se mostraron a favor el diputado cordobés Rodrigo de Loredo (a quien buscó Bullrich como vice) y Martín Tetaz, de la UCR Evolución.
En este marco, de hecho, no volvió ni a hablar ni a chatear con Macri. Esperará un tiempo para reencontrarse con él. Tampoco quiere que esa bronca siga escalando.
Con todo, decidió acelerar su campaña muy enfocado en capitalizar un acuerdo con los aliados de Juntos por el Cambio, la UCR y la Coalición Cívica, pero también el PJ Republicano, y no solo el PRO como base de su carrera presidencial. “Yo creo que realmente hay que armar un gobierno de coalición”, evaluó ante sus más cercanos, en un tiro por elevación a la gestión de Cambiemos donde el PRO dominó la gran mayoría de cargos.
Es más: por estas horas, vía Diego Santilli, comenzó a acercar a Miguel Pichetto al proyecto “H 2023”. El exsenador peronista, si bien lanzó su precandidatura presidencial, viene de ser eyectado de la posibilidad de ser vice de Patricia Bullrich. Un deseo macrista trunco.
“Hay que fortalecer JxC más que abroquelarse en el PRO”, es la consigna que se escucha entre los larretistas. Esto supone: aislar a la exministra de Seguridad para que quede con el sector duro del PRO y más cercana a Javier Milei, una mala palabra para Larreta, la UCR y la Coalición Cívica. Por ello, además, sigue creyendo en que lo ideal sería un o una vice de la UCR.
Con quien hubo un cimbronazo momentáneo fue con María Eugenia Vidal, quien no estuvo de acuerdo con las elecciones concurrentes y, cuando tuiteó críticamente sin mencionar explícitamente a Larreta, un asesor que también trabaja con Macri (el legislador Darío Nieto), no tuvo mejor idea que sumar un tuit con comentario del expresidente para plantear “qué desilusión” en relación al jefe de Gobierno. Vidal no sabía de ello cuando ocurrió. Estaba enojada con su amigo, a quien conoce desde 1996. Pero ese tuit de Macri la colocó al lado de Bullrich y del grupo que destrozó a Larreta.
Bullrich refuerza su alianza con Macri, arma su mesa radical y toma licencia en el PRO
Hubo un diálogo reservado entre ambos ese día, se reencontraron el miércoles a la noche en TN y jugaron distintos interlocutores confiables para que no haya ruptura política entre ambos. Aunque el jefe de Gobierno se molestó –entre sus asesores hubo mayor ebullición que la de él mismo– la sigue esperando para sellar un acuerdo. La sigue considerando su amiga.
Campaña nacional. Retomando la estrategia en la carrera hacia la Casa Rosada, Larreta estuvo ayer en Olavarría y Bahía Blanca (donde aprovechó para afirmar que había que evitar una PASO en los municipios donde gobierna el PRO), el martes estará en Tierra del Fuego y ese mismo día viajará a Bariloche para hablar ante empresarios en el Hotel Llao Llao.
El jueves por la noche estará en Rosario y el viernes por la tarde aterrizará en Córdoba donde tiene previsto recorrer Río Tercero y el sábado Río Cuarto.
La estrategia territorial se terminará de delinear mañana en el almuerzo de los armadores políticos. En principio se están definiendo 130 ciudades –no las grandes capitales provinciales donde ya estuvo– para que pueda recorrer. Se trata de lugares estratégicos donde, o bien aún su conocimiento no supera el 75% o bien su imagen se puede reforzar.
Además, Larreta estará presente en los cierres de varias campañas electorales, en especial donde hay candidatos cercanos. La idea: mostrarlo no solo como dirigente nacional sino como “jefe”.
En este contexto también se prevé que viaje a Jujuy para mostrarse con Morales –allí hay elecciones el 7 de mayo– y el PRO va aliado al frente “Cambia Jujuy” con la legisladora Claudia Machaca en la boleta, cercana a Larreta. Otro destino será La Rioja, donde el candidato a gobernador, Felipe Álvarez, también trabaja con el jefe comunal. Y además tiene en su cabeza estar en Tucumán, donde fue clave para que Germán Alfaro, peronista e intendente de la capital, sea el vicegobernador del radical Roberto Sánchez.