MODO FONTEVECCHIA
Coyuntura política

Diego Sztulwark: "La novedad política argentina va más allá de Milei"

El politólogo sugirió que el ascenso de Milei podría representar una lucha de paradigmas y un cambio estructural en la forma del Estado. "Hay una frustración con los discursos igualitarios que está más allá del voto y afecta la legitimidad del aparato cultural, científico, académico y educativo", analizó.

Diego Sztulwark
Diego Sztulwark | NA

El experto en el estudio de movimientos sociales en Argentina y América Latina señaló que el ascenso de Milei no es un mero error del sistema político, sino el comienzo de una transformación social. "No necesariamente el futuro político de Milei agote la transformación que está puesta en juego hoy", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). 

Diego Sztulwark es profesor, licenciado en Ciencia Política, especialista en el estudio de movimientos sociales en Argentina y América Latina. Fue docente de la maestría de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Económicas (FLACSO), y de la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Además, fue integrante del equipo de investigación Violencia, Escuela y Subjetividad y miembro del colectivo Situaciones. 

Me gustaría que compartieras esta idea de que MIlei no fue el error, sino el comienzo de algo, como vos mismo dijiste, y que pueda ser leído como “una emanación de la convicción de una nueva sociedad y no la bronca con el pasado”.

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Me sorprendió escuchar al Presidente hace poco diciendo que el Círculo Rojo tenía un modelo de pensamiento y, según ese modelo, el gobierno de Javier Milei y el fenómeno político de la ultraderecha en el poder no podía ser otra cosa más que un error. Es decir que habría una suerte de límite mental que no podía asimilar lo que había de diferencia específica en este momento. A su manera, me pareció que tenía razón.

Es evidente que estamos desafiados a tratar de entender algo que muchos de nosotros no dábamos por posible hasta hace poco tiempo. Por eso tomo lo que dijo Milei, porque me parece que hay algo de cierto en eso, y es que estamos obligados a hacernos cargo de que el fenómeno mental que se puso en juego con el nuevo Gobierno difiere de la clase política y, en gran medida, de los analistas y estudiosos de la historia política argentina.

Un liderazgo transicional, aupado en una intensidad insostenible

Este fenómeno nos llena de desconcierto, por no decir de perplejidad, y a esta altura nos obliga a tomarnos en serio la tarea de pensar qué cosa es esa novedad, que quizás no sea exactamente Milei, aunque todavía sea temprano para distinguirlo del fenómeno mismo.

Es decir que no necesariamente el futuro político de Milei agote la transformación que está puesta en juego hoy. Hemos dedicado mucho tiempo tratando de entender cuándo comenzaba la resistencia a esto y menos tiempo le dedicamos a pensar qué tipo de metamorfosis social es aquella que estamos viviendo, conociendo cuáles son las capacidades que tenemos (también de reaccionar y resistir).

También se podría plantear si es el fin o el comienzo de una época o una lucha de paradigmas, a lo Thomas Kuhn. ¿Correcto?

Yo creo que estamos ante el comienzo de algo, en el sentido de que apareció una diferencia, y eso hay que pensarlo, aunque se termine exagerando. Pero el riesgo de exagerar es menor al riesgo de ser indiferente y suponer que los cambios no existen. En ese sentido, plantearía tres niveles para saber exactamente en qué consiste esa novedad. 

Javier Milei
Javier Milei afirma que el círculo rojo no comprende el fenómeno de su llegada al poder.

El primer nivel, menos novedoso, es la insistencia del Gobierno en hacer ajustes financieros, producir transferencias de recursos de abajo hacia arriba, lo que hemos llamado genéricamente “modelos liberales”. Eso no es una novedad en Argentina, sino una recurrencia.

En el segundo nivel, hay una novedad más importante, que es el desmonte del aparato cultural, educativo, científico y sindical de la Argentina. Ahí hay una idea muy fuerte de revancha histórica o una intuición por parte del sector dominante de que ese aparato es la tierra fértil de la cual emergen los sujetos contestatarios que limitan la velocidad de las reformas y que portan un proyecto que ellos condenan por colectivista.

Entonces, hay una suerte de belicosidad que no se justifica solo por el ajuste financiero. Hay una idea de hostilidad cultural y política muy fuerte que hace que hablen de “adoctrinamiento” en el aparato cultural, y contra eso se rebelan.

Lucha cultural y manipulación

Y el tercer punto es la novedad más fuerte, porque es el cambio estructural de la forma del Estado que, engañosamente, lo llaman “odio al Estado”, y en realidad lo que estamos viendo es un cambio de las posibilidades y potencias del Estado. 

Esto buscaría abandonar las tareas directas de la reproducción social (educación, salud, jubilaciones), en favor de la reproducción del capital, con un supuesto ideológico muy fuerte, de que la reproducción social depende de la reproducción del capital (seguridad, defensa, extractivismo, alineamiento con Estados Unidos e Israel, etc.) y no de las funciones del Estado.

¿Milei es la continuidad de Macri o de Cristina?

Vos marcabas que podíamos estar frente a algo más duradero que el fenómeno de Milei. Hoy se presenta un libro de Jorge Arguello, quien fue embajador argentino en Estados Unidos tres veces, donde planteaba que Trump fue posible porque primero existieron Reagan y Bush, que fueron corriendo las ideas de la sociedad hacia la derecha. Acá, Macri dijo que era “el prólogo” de Milei, y el exministro Guillermo Dietrich sostuvo que Javier Milei llegó a ser presidente porque Mauricio Macri pudo terminar los cuatro años, quitándole el monopolio de gobernabilidad al peronismo. ¿Hay algo de continuidad en el caso de Milei y Macri?

Hace un tiempo escuché a Alejandro Rozitchner, que fue el intelectual más próximo a Mauricio Macri, decir algo muy parecido. Dijo que lo que había comenzado Macri a su manera hoy lo estaba retomando Javier Milei con más fuerza, como una suerte de insistencia virtuosa. Sería la idea de que cada uno de estos gobiernos construye hacia atrás una suerte de genealogía, y en este caso serían Menem y Macri las citas más convenientes.

Me gustaría incluir también al kirchnerismo y al gobierno de Alberto Fernández como condición de posibilidad del gobierno de Milei, en un sentido paradojal, porque si los instrumentos que le fueron ofrecidos a la sociedad argentina para defenderse de los ataques a la reproducción social (e incluso provocar un momento de mayor igualdad) no fueron eficaces en esa defensa, y además desprestigiaron la idea de que la política puede producir igualdades, por ese lado también hay un condimento negativo de la llegada de este fenómeno, que va más allá de Javier Milei.

Cristina
"El kirchnerismo y Alberto Fernández fueron condición de posibilidad del gobierno de Milei"

El kirchnerismo generó una condición de posibilidad de Milei. Entonces, tengo la idea de que no solamente hay una genealogía positiva que explica cómo la derecha argentina se fue radicalizando, haciéndose fuerte en un programa y hablándole a un mundo popular, sino que también hay una frustración con los discursos igualitarios que está más allá del voto y afecta la legitimidad del aparato cultural, científico, académico y educativo, que es un síntoma mayor de este fenómeno.

De la misma manera que ese complejo cultural es preexistente al kirchnerismo, ¿no?

Claro, hay que leer a los intelectuales de la ultraderecha como Agustín Laje, porque son personas que hablan muy claro al respecto. Se remontan al comienzo de la democracia, a la existencia de una sensibilidad social respecto de los derechos humanos.

Cristina Kirchner apuntó contra Milei por el aumento de la pobreza

Como pasó con Raúl Alfonsín…

Exacto, con los juicios en la época de Alfonsín. Eso es leído como una especie de “secuestro” del campo de la cultura de aquello que la dictadura había ganado en el campo de batalla, es decir en la llamada “guerra sucia”. O sea, las Fuerzas Armadas habían tenido un triunfo, en términos militares, y eso se les “secuestró” en el ámbito del derecho, de la cultura y la educación como forma de “adoctrinamiento”.

Podríamos decir que la metonimia entre esta historia del campo de la generación de lo social por parte del kirchnerismo y su fracaso terminaron generando las condiciones de posibilidad para una nueva emergencia de lo contrario...

Pensar así, como lo estamos diciendo, permite reabrir la imaginación para entender qué cosa puede ser la resistencia al gobierno de Javier Milei, que seguramente no será un mero retorno político a las formas previas.

AO FM