La Corte Suprema será el centro de atención de la política y la justicia en los próximos 15 o 20 días, lapso en el que, se supone resolverá sobre los traslados de Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, que hizo el macrismo en 2017 y 2018 y que el Senado revocó ahora por orden del actual oficialismo.
Mientras que la decisión de hacer lugar al recurso de per saltum fue unánime, desde el cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde funciona la Corte, insisten en que sólo es "un primer paso" y que la cuestión de fondo aún resta evaluarse y que no está atada a esta primer decisión. En otras palabras, interpretar que el per saltum implica un revés para el Gobierno es por lo menos apresurado.
El Consejo de la Magistratura, uno de los organismos a los que se les corrió vista, prepara su respuesta para la Corte: debe informar con qué criterio promovió que los dos camaristas y el juez del Tribunal Oral deben volver a sus cargos de origen. Según reconstruyó PERFIL, la respuesta de la Magistratura llegará este jueves 1° de octubre.
En tanto que en el lapso de 48 horas tras recibir el expediente, deberá expedirse también sobre el tema el Procurador Interino, Eduardo Casal. En la Procuración estiman que el dictamen de Casal podría estar listo el sábado 3 de octubre. Si bien la opinión de Casal no es vinculante, los dictámenes de la Procuración son leídos con atención en la Corte.
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Casal, hombre de perfil técnico y de carrera judicial, que llegó al cargo tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó, hace tres años, está siendo embestido con dureza por el kirchnerismo que quiere su lugar para poner otro interino, ante la imposibilidad de conseguir, al menos por el momento, los votos para nombrar al juez federal Daniel Rafecas, candidato de Alberto Fernández.
Se trata de uno de los frentes que el oficialismo puso en marcha en lo relativo a la justicia tras su llegada al poder, junto con la revisión de los traslados, la cuestionada reforma judicial y la creación del consejo consultivo que evalúa cambios tanto en la Procuración, como la Corte, el Consejo y en el área de juicios por jurados.
Por su lado, la Corte no hacía lugar a un recurso de Per Saltum desde 2013. Se trata de un recurso extraordinario que implica saltear etapas del recorrido habitual de un expediente, por lo que sólo se le hace lugar en situaciones donde se considera que puede haber gravedad institucional. Abrirlo implicó varios puntos. Para eso se buscó desde el primer momento que hubiera unanimidad entre sus miembros.
El resultado se logró con un contundente 5-0, algo impensado para un tribunal absolutamente atravesado por las diferencias, intrigas y profundas desinteligencias entre sus miembros. Mientras que fue su presidente, Carlos Rosenkrantz, quien la semana pasada movió el tablero y convocó al acuerdo extraordinario, la definida mayoría peronista, al menos en tiempo del macrismo, compuesta por Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti, comenzó a delinear la semana cuál sería la posición. Se trata del mismo trío que en marzo de 2018 sacó las acordadas que avalan traslados y que están entre los puntos que pueden, eventualmente, terminar beneficiando a los magistrados trasladados.
El acuerdo se hizo con cada uno de los cuatro jueces presentes en el Palacio en sus respectivo despachos, a través de zoom. Así lo recomendó el departamento de medicina preventiva, como alternativa al uso de la sala de acuerdos, donde normalmente se reunían los cinco ministros, en tanto que Elena Highton siguió y participó del encuentro desde su casa en la zona del Botánico, por ser población de riesgo.
“Es un paso, nada más”, insistían en las últimas horas las distintas fuentes de la Corte consultadas sobre la posibilidad de conocer cómo puede seguir la contienda. Las mismas fuentes que en los días previos habían mantenido al máximo el silencio sobre el tema, volvieron a hacerlo con la posibilidad de cómo se definirá la cuestión de fondo.
El clima de ostracismo que mostró la Corte se mantuvo aún cuando durante el acuerdo de ayer desde el kirchnerismo dejaron trascender la idea de que no había coincidencias en la reunión que se llevaba a cabo y terminó con el contundente 5 a 0. No era la primera vez que un paso se leía de otra manera. Dos semanas atrás, el oficialismo también festejó la negativa del máximo tribunal a tratar con carácter de urgencia el tema como lo pedían los magistrados trasladados. Ayer, con ese resultado consumado, hubo festejos y reproches a uno y otro lado de la grieta. Sin embargo, de momento, cualquier reacción parece apresurada. El final es, aún, incierto.
CD/MC