La liturgia libertaria incluye un ritual que nunca falta: Javier Milei arriba de un escenario, más o menos desenfadado, comienza a pronunciar la definición de liberalismo de Alberto Benegas Lynch (hijo) y sus seguidores, apenas reconocen la primera palabra, se suman a la entonación. “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa de la vida, la libertad y la propiedad”, repiten como si se tratara de una plegaria o de un mantra que termina con aplausos y gritos de “viva la libertad, carajo”.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, los Benegas Lynch fueron fundamentales en la introducción del liberalismo en el pensamiento económico argentino y, en particular, de las ideas de la Escuela Austríaca, con las que se referencia Milei. Tal es la admiración que siente por ellos que anunció que el orador invitado a su cierre de campaña -el próximo 18 de octubre en el Movistar Arena- será Alberto Benegas Lynch (hijo), a quien define como su "prócer".
Todos llevan el mismo nombre. Alberto Benegas Lynch (padre) fue el fundador del Centro de Estudios sobre la Libertad, en 1957. Alberto Benegas Lynch (hijo) creó, en 1978, la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE). Alberto “Bertie” Benegas Lynch (nieto) no siguió la línea académica sino que dedicó su carrera al mundo corporativo. Sin embargo, resultó ser un hombre clave en el acercamiento de su familia a Milei y hoy es candidato a diputado por La Libertad Avanza.
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Liberales en lo económico y conservadores en asuntos sociales y culturales, los Benegas Lynch tuvieron una influencia determinante en la formación de Milei. Y a pesar de que durante toda su vida trabajaron para que sus ideas sean cada vez más influyentes, todavía están sorprendidos con el fenómeno de La Libertad Avanza. Jamás se imaginaron que una persona tan alineada a sus posiciones -pero con modales tan diferentes- iba a obtener bancas en el Congreso en el 2021 y mucho menos que, dos años después, sería un candidato competitivo para la Presidencia.
Milei idolatra a Alberto Benegas Lynch (hijo), pero él reniega un poco de la definición de “prócer”. “No se lo toma en serio. Es solo un gesto de cariño”, dice alguien que lo conoce. El hombre repitió toda su vida que “los liberales no son una manada”, reivindica el pensamiento crítico y, como es de imaginar, rechaza todas las formas que tradicionalmente se asocian al peronismo. Esas ideas parecen entrar en tensión con la estética cuasi religiosa que aparece en cada acto de La Libertad Avanza. En su entorno, de todas formas, dicen que son formas de hacer trascender los valores y principios que defienden.
Milei y Benegas Lynch: el mismo liberalismo, distintos modales
Cuando Milei comenzó a ser un invitado frecuente de los programas de televisión, por el 2015, Bertie Benegas Lynch no lo podía creer. En el prime time había una persona que repetía lo que él había escuchado desde que nació. Un día, mientras miraba Intratables, llamó a su padre para decirle que le prestara atención: “Lo conozco porque me invitó a La Biela y me regaló un libro”, le respondió el hombre, pero le aclaró que había algo que no le cerraba: los modos.
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Mientras que Benegas Lynch (hijo) había construido una carrera intelectual con la solemnidad típica de ese universo, el economista gritaba e insultaba en televisión. Bertie insistió. El actual candidato a diputado también veía las diferencias de estilo, pero reconocía que Milei lograba algo que ellos jamás habían conseguido: conectar con la gente y las audiencias.
A medida que el libertario crecía, fueron perdiendo el prejuicio y para Milei ser reconocido por esta familia era mucho más que un halago. El candidato suele contar que se hizo seguidor de la Escuela Austriaca después de haber leído la traducción al español que hizo Benegas Lynch (padre) de “Monopolio y competencia”, de Murray Rothbard.
Al final, Benegas Lynch (hijo) terminó por reconocer un enorme potencial en el economista y hasta acompañó que la ESEADE le entregara un doctorado honoris causa. Sin embargo, por un tiempo lo imaginaba dando la pelea en el campo intelectual, como había hecho él y su padre.
En una reunión que se hizo en 2019 en La City, en Chacarita, para apoyar la candidatura de José Luis Espert estaban todos entusiasmados: era la primera vez, desde que Álvaro Alsogaray se había aliado con Carlos Saúl Menem, que había un proyecto claro liberal y de derecha. Ese día Benegas Lynch (hijo) se acercó a Milei y le dijo: “Javier, usted no se vaya a meter en política, lo necesitamos para la batalla cultural”.
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En ese entonces, Milei también pensaba que debía quedarse al margen de la disputa partidaria. “Es increíble pero esto se lo tenemos que agradecer a Leandro Santoro. Cuando Javier supo que él estaba haciendo una movida para que no lo inviten más a la televisión se dio cuenta que tenía que meter las patas en el barro”, cuenta alguien de su entorno.
Alberto Benegas Lynch (hijo) organizó tres encuentros virtuales entre Milei y Mauricio Macri en los que conversaron sobre economía y sobre la posibilidad de competir juntos en el 2023. Se barajaron una gran cantidad de posibilidades: desde que el expresidente rompiera con su coalición y se sume a La Libertad Avanza hasta que se formara un nuevo espacio. Todo fracasó.
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Los Benegas Lynch apoyaron al libertario y se quedaron en su bando. Milei se había construido como el líder de un nuevo proyecto político y ellos decidieron acompañar y, eventualmente, asesorar. En definitiva, a pesar de que padre e hijo hayan sido dos intelectuales fundamentales para que el candidato fuera quien es, saben que los votos no son suyos.
Los Benegasl Lynch: academia, derecha y liberalismo
Durante toda su vida, Benegas Lynch (hijo) le repitió a los suyos que debían hacer el mayor esfuerzo posible por contribuir en la expansión de las ideas liberales "en su metro cuadrado". Aunque el concepto de “batalla cultural” es relativamente nuevo -al menos en el mainstream-, él siempre estuvo convencido de que había una pelea que jamás debía dejar de darse. “Si nadie hace nada, el socialismo te avanza como una hiedra venenosa”, decía para justificar que era fundamental estudiar e intervenir en el espacio público de manera incansable. Como para Milei, en esta familia cualquier idea que se corra medio milímetro de su dogma es “comunismo”.
Tiburcio Benegas fue el primero de la línea familiar en tener participación pública. Fue dirigente del Partido Autonomista Nacional y perteneció a la Generación del 80. Además, fue un precursor de la industria vitivinícola y en 1883 fundó la bodega El Trapiche, en Mendoza, provincia de la cual fue gobernador dos veces.
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Uno de sus nietos, Alberto Benegas Lynch (padre), llegó a ser gerente general en El Trapiche y presidente de la Cámara Vitivinícola. Cuando en 1942 el mundo y la Argentina estaban a punto de cambiar, el hombre armó un encuentro al que bautizó El Seminario junto a William Leslie Chapman, José Santos Gollán (hijo) y Carlos Luzzetti. Cada dos semanas se juntaban a estudiar el libro de Gottfried Haberler “Prosperidad y depresión” y fueron los primeros en comenzar a hablar de la Escuela Austriaca en Argentina.
Benegas Lynch (padre) llegó a ponerse en contacto a través de cartas con el economista estadounidense Leonard Read, el fundador de la Foundation of Economics Education (FEE). Viajó a Estados Unidos a conocerlo y el hombre le terminó presentando a Ludwig Mises y a Friedrich A. Hayek (fundamentales en el pensamiento de Milei). Cuando regresó a la Argentina, fundó el Centro de Estudios por la Libertad, una especie de think tank dedicado a la formación de nuevas generaciones. Su existencia fue funcional a los tiempos de la proscripción del peronismo y de la Revolución Libertadora.
Benegas Lynch (padre) falleció en 1999 y su hijo ya se había convertido en un intelectual influyente de la derecha argentina. Doctor en Economía por la Universidad Católica y doctor en Ciencias de la Dirección por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), fue un prolífico escritor e investigador de economía que dedicó toda su vida a hacer crecer el liberalismo en la Argentina.
Además de sus textos acedémicos, Benegas Lynch (hijo) ha escrito una cantidad innumerable de análisis y columnas de opinión en las que se puede conocer algo de su historia y su pensamiento. En una, por ejemplo, contó que era primo segundo de Ernesto “Che” Guevara. Abordaba con frecuencia la violencia de los ‘70 y, a pesar de haber sido un intelectual que rechazara de forma categórica a la dictadura, en todos sus escritos posteriores condenó la violencia ejercida por el Estado. Es llamativo, entonces, que hoy apoye a Milei, quien en el debate presidencial definió como “excesos” a aquellos crímenes y se refirió al tema casi con las mismas palabras que usaba Emilio Massera.
“Quizás debería haber sido más duro en la definición en público que hizo Milei. En privado, en las conversaciones que mantienen, piensan lo mismo. Sí es cierto, de ftodas formas, que ambos ponen en crisis la cifra de 30 mil desaparecidos, pero porque se usó políticamente”, cuenta alguien que conoce a los dos.
Quienes cuestionan a Milei suelen advertir que uno de sus riesgos puede llegar a ser la "obstinación ideológica" y quizás ese rasgo haya sido heredado de su gran prócer. Benegas Lynch (hijo) lleva al extremo las ideas del liberalismo y de hecho fue de los pocos que apoyó en público al candidato de La Libertad Avanza cuando se refirió, por ejemplo, a la posibilidad de que exista un mercado de órganos.
"Estoy a favor de la venta de órganos y en contra del aborto porque, como dijo la Academia Nacional de Medicina, desde el momento de la concepción hay una persona de naturaleza humana que está en potencia de muchas cosas, al igual que usted y yo estamos en potencia de muchas cosas", en agosto en una entrevista con Jorge Fontevecchia.
Alberto Benegas Lynch (hijo) tuvo tres hijos: Alberto “Bertie”, Joaquín y María del Milagro, quienes continuaron con el legado liberal. Desde que eran pequeños su padre les dejó en claro que la defensa de esas ideas era una "responsabilidad moral" que debían cumplir más allá de la profesión o el camino que eligieran.
Bertie es el del medio. Trabajó durante diez años en el Banco Santander y doce como director general de Universia Argentina. En 2020 renunció, se acercó a Milei y hoy encabeza la lista a legisladores. Joaquín se dedica al negocio agropecuario, vive en Entre Ríos y se sumó a colaborar con la campaña de Sebastián Etchevehere. Maria del Milagro, o “Marieta”, tiene una carrera en el mundo del arte pero también pregona entre los suyos las ideas del liberalismo.
En la familia emblema de la libertad es difícil rastrear un Benegas Lynch que no sea un libertario acérrimo. El prócer de Milei es un católico practicante que, cuando sus hijos todavía eran chicos, inventó un rezo para repetir cada domingo en familia y que incluía la oración "hay que buscar la aprobación de Dios y no de otros hombres".
Con esa idea se mantuvo estoico durante las décadas en las que su pensamiento no tenía lugar en el mainstream. En su entorno están convencidos que el cambio de paradigma ya sucedió y sienten que el trabajo realizado durante tantos años está a punto de concretarse.
Gi