POLITICA

Los vouchers escolares de Milei: ¿por qué no se pueden aplicar en Argentina?

El profesor de enseñanza media y doctor en Educación Mariano Narodowski repasó los países donde aplican el sistema que propone en libertario. Cómo funciona y cuáles son sus problemas.

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¿Es posible aplicar el sistema de vouchers escolares que propone Javier Milei? La pregunta es simple, pero desde que el libertario lanzó esta promesa de campaña nadie supo explicar cómo funciona este modelo. Sus seguidores lo defienden con el argumento de las bondades del libre mercado y la competencia, mientras que sus detractores levantan la bandera de la educación pública acusan al candidato de pretender una privatización de la enseñanza. 

Mariano Narodowski es doctor en Educación y fue ministro porteño. El lunes 18 encabezó una actividad organizada por el Proyecto Alfredo Hirsch que se tituló “Análisis del sistema educativo argentino: vouchers escolares”. La invitación a la charla fue una especie de llamado a la reflexión provocador “sin ideologismos progres o conservadores, sin exitismos, sin cancelaciones y comparando países”, según escribió el experto en sus redes. 

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El objetivo de Narodowski fue mostrar de qué se trata el sistema de vouchers escolares, un modelo que hoy existe en pocos países del mundo y una de las tantas promesas de campaña incumplidas por Donald Trump en Estados Unidos. La propuesta de Milei se inscribe en el amplio universo de ideas libertarias que se discuten en la academia bajo el nombre de “cuasi mercados educativos”.

Narodowski tiene una mirada crítica sobre su implementación. En La Libertad Avanza insisten en usar como ejemplo a Chile, que los instaló durante la dictadura de Pinochet y que en la actualidad obtiene buenos resultados en todas las evaluaciones. Sin embargo, el experto -que se dedica a estudiar modelos educativos comparados- insiste en que no existe ningún paper que demuestre una correlación entre el éxito chileno y los vouchers

“Si supiéramos que con los vouchers los chicos aprenden más, yo no tendría problema con la discusión. Pero me parece que hay una obstinación ideológica”, aseguró Narodowski. Los adversarios de Milei, mientras tanto, parecen no tener respuestas. “Siguen haciendo planteos en línea con lo que se dice desde hace 20 años. Patricia Bullrich insiste con los 190 días de clases y Sergio Massa con la inversión del 6 al 8%. La falta de ideas nuevas y de creatividad demuestra el grado de impotencia reflexiva que tiene la política con respecto a estos temas”, agregó. 

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PERFIL intentó sin éxito comunicarse con Sandra Pettovello, la mujer que estaría al frente de Capital Humano, el ministerio que absorbería Educación en un eventual gobierno de Milei. Por ahora, ningún referente libertario explica de qué manera aplicarían este modelo en país ni por qué se trata de una promesa de la campaña presidencial en un país en el que la educación fue delegada a las provincias.

El origen de los vouchers escolares o los “sistemas de cuasi mercado educativo”

Los modelos de vouchers escolares se llaman “sistemas de cuasi mercado educativo” porque, en líneas generales, los teóricos que los proponen afirman que el mercado es el mejor asignador de recursos. Sin embargo, no es un mercado “puro” ya que el financiamiento es estatal -al igual que en el modelo argentino actual-. Lo que cambia es quién recibe el dinero. 

“Es un sistema de asignación de recursos que en la Economía Política se llama ‘financiamiento a la demanda’. El Estado, en estos casos, no financia a la oferta, es decir, a las escuelas, sino a las familias para que entreguen ese voucher a las escuelas”, explicó Narodowski

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Según los defensores de esta propuesta, la consecuencia de este cambio en el financiamiento es que las escuelas van a tener que competir con el objetivo de que cada vez más familias decidan inscribir allí a sus hijos y, en consecuencia, acumular más vouchers. Según este sector, uno de los grandes problemas de la educación actual es la falta de incentivos hacia las instituciones para mejorar su propuesta educativa. 

El primer trabajo sobre vouchers escolares fue un libro Nobel en Economía Milton Friedman titulado “Libertad de elegir”, de 1956. “Propuso la idea, pero de una manera muy superficial. Se trató de un texto de divulgación para publicitar ideas liberales-libertarias, pero no la desarrolló en términos más precisos”, explicó Narodowski

El primer trabajo serio fue de los economistas estadounidenses John Chubb y Terry Moe en 1988. “Propusieron un sistema eficientista basado en buscar los mejores resultados con los mínimos recursos. Los autores hicieron todo lo posible para que Ronald Reagan los implementara y si bien no lo consiguieron tuvieron la suerte de que Margaret Thatcher los introdujera en su reforma a la Ley de Educación de 1988”, agregó el experto. 

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Antes que Inglaterra, en Chile y en Holanda se habían instalado modelos similares y después de la reforma pro mercado de Thatcher se sumaron Suecia y Nueva Zelanda. 

En 1993, el economista post marxista Herbert Gintis generó controversias entre los sectores progresistas y de izquierda estadounidenses cuando él también se sumó al modelo de vouchers. Su propuesta, sin embargo, se diferenció de la línea eficientista que caracterizó a los expertos anteriores y se basó en el igualitarismo. 

Cómo funcionan los vouchers escolares 

A pesar de que Milei y los libertarios despotriquen contra el Estado, no hay ningún país en el mundo en el que el sistema educativo esté solo regulado por el mercado, ni siquiera en aquellos que implementaron los modelos de vouchers eficientistas más “puros”. 

En Argentina, el Estado financia a las escuelas, pero los miembros de la institución no ven el dinero sino que llega a través de la construcción del edificio, de su mantenimiento, del pago de los sueldos, del mobiliario y de todos los elementos necesarios para su funcionamiento. 

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En un sistema de vouchers escolares, el Estado no dejaría de asignar esos recursos sino que cambiaría su destinatario. “En general se piensa que es un sistema de ajuste para reducir el presupuesto educativo. Pero en la teoría no es así porque no cambia el monto de financiamiento sino la metodología”, dijo Narodowski. “Con el voucher podés elegir cualquier escuela. No hay radio escolar ni obligación de asistir a la que te toque. Es un sistema que se basa en un principio de libre elección. Elegís una institución, presentás tu voucher y te tienen que recibir sí o sí”, agregó. 

En algunos países se otorga un voucher mayor a los grupos vulnerables, en otros se permiten un sistema de co-pago (es decir que las familias pueden pagar una cuota además del vale estatal si quieren acceder a una institución más cara). En la propuesta de La Libertad Avanza no hay detalles sobre esos matices. 

Problemas de aplicación de los vouchers escolares en Argentina 

Narodowski insiste con la importancia de entender la teoría de esta metodología de funcionamiento. Tanto las corrientes eficientistas como las igualitaristas sostienen que la libre elección de escuelas, la competencia entre las instituciones a riesgo de quebrar si se quedan sin alumnos y la potestad de elaborar propuestas pedagógicas atractivas para contener a los alumnos pueden ser sustanciales para la mejora en la educación. 

Las dos corrientes, además, defienden la evaluación estandarizada. Es decir, en este sistema todas las instituciones están obligadas a informar en qué posición se ubican en un ranking para que las familias puedan elegir si quieren inscribir allí a sus hijos con parámetros que van más allá de la cercanía. 

Sin embargo, aquello que cierra en la teoría puede no resultar en la práctica. De lo contrario, ¿por qué solo cinco países del mundo habrían aplicado un modelo tan eficaz? 

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Narodowski planteó una serie de problemas para la Argentina. En primer lugar, se refiere a que la educación en el país es federal. “Constitucionalmente el presidente no puede implementar este modelo. Es imposible”, dijo. ¿Podría Milei, entonces, impulsar a que los gobernadores hagan la reforma? “Se requeriría un enorme cambio en la legislación y hay provincias en las que se necesitaría modificar la Constitución. Se puede generar un conflicto tan grande que, sí o sí, se va a terminar necesitando el aval del Poder Judicial”, agregó. 

Por otro lado, Narodowski se refirió al gran esfuerzo que habría que dedicar a la reforma de la administración pública. Los vouchers no elimina a todos los actores que forman parte del sistema educativo que incluyen a consejeros escolares, inspectores, supervisores, directivos, administrativos, etcétera. “Todo lo que hoy funciona de una manera tendría que funcionar al revés y costaría años cambiarlo”, subrayó el experto. 

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De todas formas, Narodowski fue más allá y pensó en un escenario en el que se puedan sortear todas las dificultades legales y administrativas. “Hacemos todo eso y la pregunta es ¿para qué? No hay evidencia firme de que un cuasi mercado consigue mejores resultados”, concluyó. 

Narodowski reconoce la crisis de la educación en la Argentina. De hecho, cerró la actividad comparando el modelo chileno con el nacional pero insistió que ninguno de los trabajos realizados hasta el momento demostró que la buena performance de Chile se relaciona con los vouchers

“Lo central es entender lo que pasa más que demonizar o salir corriendo. Es cierto que los vouchers existen en algunos países. De hecho, el primer proyecto de ley federal de educación que mandó al Congreso Carlos Menem, los incluía. Podría haber sucedido, pero no pasó. En mi opinión, hoy es más sencillo mejorar el sistema actual antes que darlo vuelta con un alto costo institucional y con resultados inciertos”, finalizó Narodowski.